Y de repente te siento conmigo,
Estas aquí,
Puedo verte,
Puedo sentirte.
Y me besas,
Con tanta ternura y cariño,
Con tanta pasión y deseo,
Que no habría otro hombre
Capaz de provocarme
El deseo que yo siento
Por ti.
Y te abrazo
Para fundirme en ti
Y me entrego
Para que estés en mi.
Y en un momento,
Somos un solo ser,
Cuatro manos,
Cuatro pies,
Y dos corazones
Que se funden en uno.
Mas en un instante, pestañeo,
Y tú ya no estas.
Eras solo
Un hermoso sueño.
Ahora, solo queda
Una espera
Lenta
Y angustiosa,
Esperando,
Con algo de suerte
Que al final de este trance
Tú hayas regresado.
La pena
De imaginarte,
La angustia
De no tenerte
Es mi propia expiación
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