Radium se levanto temprano. El dia anterior, habia sido un fluir intenso de emociones para el, ya estaba mucho mejor, sin embargo, aun quedaba trsteza , pues extrañaba a Fuomo, y aun le pesaba la forma en que este se fue. Al bajar, la señorita Toyonaga ya estaba haciendo el desayuno. Eran las 6:30 de la mañana, sin embargo, y por ser verano, los primero rayos del sol, iluminaban la pequeña cocina de la hosteria en donde estaba hospedado. -¡Que gusto verlo!; dijo Akane, asi se llamaba la chica. -¿Gusta una taza de te? le pregunto a Raudum, en un ingles batsante claro, para ser hablado por una japonesa. -Oh, si, gracias, se lo agradecere, dijo Raudun, un poco mas relajado. -Sabe, el dia es esplendoroso. ¿Ya conoce la aldea?, le pregunto Akane -Si, vien aqui alguna vez cuando era mas joven, dijo Raudum, en un tono melancolico. Akane guardo silencio; intuia que Raudum tenia un dolor inmenso, inconfesable para ella y para nadie, una de esas penas secretas que no por no ser expresada se puede digerir facilmente. -El dia sera precioso, le recomiendo que vaya al Monte Fuji, en estos dias es un verdadero palcer pasear por ahi. -Sabe, es buena idea, le respondio Raudum a la japones, la cual era mas pequeña que el. El desayuno estaba listo. Raudum comio con bastante apetito, y, despues de eso, subio a preprarse apra ir al monte Fuji. Empaco un impermeable, y alisto un par de botas para montañismo, ademas de salir a la aldea, a comprar agua y algunas cosas que pudiera comer alla, pues pensaba psar ahi todo el dia, y regresar solo a cenar algo y a leer el libro que habia comprado. Recorrio varios caminos en el auto, hasta llegar a un estacionamirento, en el cual desmbocaba un camino de terraceria, el cual siguio, mochila al hombro. Al legar a una zona alejada del estacionamiento y de los visitantes que estaban en la zona. Raudum se sento en el pasto, y miro hacia el horizonte. El sol se encontraba en su punto mas alto, y cai a aplomo sobre el. De pronto, empezo a ver algo de humo; sin embargo, no habia ningun fuego cercano capaz de provocarlo. -¿Fuomo?; penso para si. El humo se concentraba cada vez mas en un punto, hasta formar una boluta densa, tal y como Fuomo hacia cuando se trasladaba. La boluta se hizo mas grande cada vez, siguio condensandose, y a definir los rasgos... Ve al capitulo anterior haciendo click aquí |
viernes, julio 07, 2006
Amanecer
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