El día de hoy asistí al funeral de la mamá de un compañero de la universidad y amigo muy querido, además. El me llamó la tarde de ayer para avisarme de este hecho, el cual, a pesar de toda su preparación para este ultimo suceso de la vida, lo entristeció de una manera algo extraña. No lloró, sin embargo, y a pesar de todos su esfuerzos pude percibir que su interior era una tormenta inmensa e infinita, pues la autora de sus días ya no estaba aquí, ya no podría hablar con ella nunca mas.
Y mientras le acompañaba, me puse a pensar en lo curiosa que es la vida, y como solo con estos acontecimientos, aprendemos a valorarla, y a valorar a toda la gente que amamos, pues, la vida es solo un momento pequeñísimo, se nos va a cada instante, así que hay que tratar de sacarle el mayor provecho posible.
Lo paradójico es que el morir es lo único seguro que tenemos.
3 comentarios:
Hola estimado Adolfo! La foto está sorprendente y no puedo decirte más que definitivamente así es... Un abrazote!
Desafortunadamente para mí, yo pasé ya por esa situación. Uno puede ser fuerte en ese momento, en parte porque como que no te crees que haya pasado lo que pasó. Unos días después es cuando viene lo mas difícil, pues tu amigo será consciente de lo que implica. Mi consejo sería que te mantuvieras cerca de él, pues es un gran apoyo saber que cuentas con gente que quieres.
Un saludo Doffo.
Almdata:
Gracias por los elogios a la foto, y pues, así es.
Un abrazo
Gil:
Me hemantenido cerca de el, de hecho, el no quería llorarla en elmomento, y yo le recomende que lo hiciera a su debido tiempo, y, por una llamada que le hice hace algunos dias, me he enteraod que en eso esta, y pues la verdad me siento contento, pues ha logrado liberar de esta forma aprte de la tensiómn, y croe que ya esta muchisimo mejor de lo que estaba el dia del sepelio.
Un saludo, mi querido Gil.
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