Todo comenzó el miércoles en la noche, pues mi mamá me dijo que el fin de semana que acaba de pasar irían a Ixtapa a recoger las llaves de la casa que compró allá. Yo le dije que vería si podía, pues la tarea ha fluido bastante, y, si a eso le añadimos que pediré una semana dentro de dos, pues la cosa no mejora…. Bueno, total, que le dije a mi mama que no iría el miércoles en la noche. El jueves, mientras hacia la reservación me llamó a casa, yo le dije que no. Camino a la universidad, pensé que oportunidades como esa no se presentan muy seguido que digamos, así que decidí hacer a un lado los libros y tarea e irme de fin de semana a Ixtapa. Llegando a la universidad le hable, para decirle que si iría. Esa tarde hicieron la reservación, yo llegue algo tarde de la universidad, y me puse a hacer mi maleta.
El viernes, me levanté a la hora acostumbrada, pues iría solamente a una clase, pues si tomaba la otra no habría tiempo suficiente para poder desplazarnos a Toluca para tomar el avión que nos llevaría hasta el paradisíaco lugar. Mis papas, que son tan lindos, me cambiaron el itinerario de la llegada al aeropuerto de Toluca tres veces: la primera era tomar un taxi hasta allá. Se descartó, por “cara”. La segunda, era llevarnos el carro y encargárselo a Lupita, una controladora amiga de mi papá. Se desechó porque no sabíamos como íbamos a regresar: si en autobús o en avión a México (con esto mis nervios empezaron a crecer de una manera desmedida, sin embargo me supe mantener ecuánime). Yo les comenté que salían vanes de Caminante hacia el aeropuerto de Toluca desde Mundo E. Me dijeron que estaba loco, que como íbamos a ir hasta allá. Decidieron que iríamos al aeropuerto a tomar un autobús a Toluca, pues se suponía que había servicio de Aeropuerto a aeropuerto. Llegamos ahí en taxi. A mi mama se le ocurrió que teníamos que dejar la ropa en la lavandería. Llegamos al Aeropuerto, fuimos al mostrador de Caminante, y ahí le informan a mi papa que solo hay servicio a la Terminal de Caminante que esta en el centro de Toluca. Fueron dos horas y media de camino, esto por el tráfico.
En el viaje en autobús, había una niña berrinchuda cerca de donde estábamos nosotros. Hizo algunos berrinches horribles, gritó, berreó y pataleó. Despertó a mi mamá dos veces. Volteó a verme dos veces, pero pues como la vi con ojos de “¿Qué me ves?” ya no volteo. Imaginen que tanto habrá hecho berrinche que yo traía el CD Placer al máximo, y oí los gritos.
Después de este tortuoso camino, llegamos a la Terminal y, tomamos una van que va a al aeropuerto. Media hora más de camino. Ya eran casi las 17:00 horas, y yo creí que saldríamos a las 18:00. Cuando mi mama me mostró el itinerario, vi que saldríamos a las 18:45 horas. Eso me relajo. Después, a pasar la inspección de equipaje, pues la OACI implementó que todo el equipaje documentado debe ser revisado por seguridad. Después de esto, nos fuimos a comer. Yo pedí una hamburguesa y una limonada, mis papas pollo empanizado y una limonada. Al final también pedí un café moca, que fue chocolate con café, pero sabia muy rico. Pasamos a la sala de última espera, todo en orden. De ahí a leer un rato “Veronika decide morir” de Paulo Coelho, excelente novela. Nos llamaron a abordar. Me impresionó el avión, realmente nuevo. La atención a bordo, de primera, no hay queja, y mas por lo que se pago por el vuelo; honestamente, es una aerolínea “Premium” de muy bajo costo y gran valor.
En el vuelo, como le prometí a Shin, escuché el disco que le quemé durante 20 minutos, pues por razones de seguridad, el tiempo restante se tiene que apagar los aparatos electrónicos.
Llegamos a Ixtapa. Recogimos las maletas Y oh, sorpresa, no había taxi prepagado hacia el hotel, así que decidimos tomar uno. Llegamos al hotel, y nos registramos. Es un hotel de 4 estrellas, todo incluido. Fue el Qualton Club Ixtapa. Es realmente muy bonito, aunque un poco incomodo, pues los cuartos están ubicados en villas, y en desnivel, hasta bajar a la playa. Cenamos un buffet italiano, muy bueno por cierto. Nos fuimos a una discoteca que hay dentro del hotel, a bailar un rato, y de ahí a la habitación. Yo con 6 vodkas dentro
Desperté al otro día a las 9:00 de la mañana, y nos alistamos, pues ese día nos entregarían la casa que compró mi mamá., pero antes compramos los boletos de avion. La cita era a las 11:00. En el taxi, mi mama llamo al arquitecto para decirle que íbamos en camino, y el arquitecto quería avisarle que tenía un colado en una obra cercana, que llegaría a las 13:00, pero que nos entregarían las llaves de la casa en la caseta de ventas. Fuimos al fraccionamiento, y pues el arquitecto no llego a las 13:00, que las 16:00 nos entregarían la casa. Regresamos al hotel. A nadar (¡rico!) y a seguir con el vodkita Jugué un partido de Water-polo, en el que mi equipo perdió por un gol, y nos tocó traer las bebidas del equipo contrario. Ahí vi a uno de los miembros del equipo de deportes, que no estaba de mal ver. Después de 7 más, me anime a navegar en Kayak (¡mas rico!). Lo pedí y me subí. Pensaba ir a una isla que esta enfrente de la playa, pero decidí mejor dar una vuelta Es padrísimo el navegar en kayak.
Al regresar, mis papas me avisaron que se iban, los espere ahí Y corrieron los vodkas. Y, caminando descubrí unas hamacas desde las que se ve el mar. Me acosté en una, mientras disfrutaba una Pantera rosa. Comí algo de pasta, una hamburguesa y pasta. Y siguieron corriendo los vodkas. Mientras tanto, el sol quemaba mi piel. Al poco rato llegaron mis papás, ya con las llaves de la casa, y a nadar de nuevo. En la alberca un tipo me tiro el can. Yo lo seguí, pero no pasó nada, porque solo lo deje en la entrada del sanitario, y baje a la playa un momento, y pedí una piña colada, con vodka. Nos subimos a arreglar para la cena, bajamos al restaurante y cenamos.
De ahí, nos fuimos a la discoteca. Estuvimos un rato, y mis viejos se fueron a dormir, yo subiría más al rato. La noche era perfecta. Una luna que se reflejaba en el océano, preciosa. Junte algunas conchitas que vi en la playa. Muy bonitas, ahí las tengo. Después otro rato a pasear por una playa solitaria que esta al lado del hotel, a sentarme a pensar en Shin. Después de un rato, de nuevo a bailar y a beber y después a dormir.
El domingo desperté temprano, para nadar un rato, y cual va siendo mi sorpresa que estaban limpiando la alberca, a las ¡8:00! Decidí dar una vuelta por la playa. El día amenazaba con ser nublado. Fui a ver como se encontraba algo que escribí en la arena,. Todavía estaba. El mar lo borro 15 minutos después. Después de un rato de correr, me subí a la alberca, ya se podía nadar. Me metí a darme el último chapuzón del viaje. De pronto, las nubes se fueron y el sol brillo. Yo estaba feliz, pies esto me permitió broncearme aun más de lo que ya estaba. Después de eso, me recosté en un camastro frente al sol. Me medio dormí. Al poco rato, pusieron las hamacas. Me mude a una, y ahora si me dormí como por media hora. Desperté, y mis papas no estaban en donde se suponía debían de estar, así que me subí a la habitación a arreglar la maleta, ya che el check out es al mediodía. Subí y me bañé, me arregle para desayunar, ya cuando bajamos al restaurant eran las 10:30. Desayunamos, y subimos a cerrar las maletas. De pronto, suena el teléfono. Era el arquitecto que le entregó la casa a mi mamá el día anterior, nos llevaría a dar la vuelta por Ixtapa. Al llegar a la recepción, era un caos: prácticamente todo el mundo estaba entregando las habitaciones. Localizamos al arquitecto, y me quede platicando con el. Resulta que el conoce al dueño de la única estación de radio en FM que hay ahí. Ahora solo falta ver lo de la licencia de locución en donde la puedo sacar para poder (a lo mejor) tener un programa de radio. Después de esto, y de encargar las maletas en la recepción, nos dirigimos a ver unos asuntos que tenia mi papa que hacer allá, para posteriormente irnos a la casa, para escoger el piso de la misma. Será en color gris claro. Después nos fuimos a un lugar típico de mariscos, en donde todo esta fresco. El lugar se llama “Mariscos Leo” y su es logan es “Todo del día, no de ayer” Y se nota. Comí muchísimo, tres quesadillas de pescado, un caldo de camarón y un filete relleno de mariscos, del cual no me acabé mas que 2/3 partes. De ahí nos regresamos al hotel. Todo esto en una pick-up, y yo me fui en la caja, si que sabrán los efectos que provoca el sol en la piel. Estoy todo quemado.
Al llegar al hotel, pedimos una villa prestada para poder cambiarnos, y bañarnos antes de dirigirnos al aeropuerto. Todo tranquilo. Al llegar al aeropuerto nos documentamos, y nos tomamos un refresco.
Yo en mi llavero siempre cargo con una pequeña navaja, para que se use en casos de emergencia. Al pasar la revisión para entrar a la sala de última espera, la detectaron. Me hicieron regresar al mostrador de Nova, la línea aérea en donde volé de regreso, y documentarla. Después de esto, regresé y tomé el último vodka del viaje. El vuelo se retrasó 45 minutos. Al entrar en la cabina, se sentía una tensión horrible. Según supe después, esto provocado por una desorganización tremenda de la aerolínea. En Puerto Vallarta, otra escala del vuelo se tardaron dos horas en abordar. Una cosa horrible. Pero todos lo vuelos de Mexicana y Aeroméxico ya estaban vendidos. Llegue a México a eso de las 10:10, esto ya con las maletas en la mano. Decidimos ir a cenar algo al área de fast-food de la sala internacional. Cene un Subway de Roast beef y un capuchino. Llegamos a casa a eso de la medianoche, a dormir.
El viernes, me levanté a la hora acostumbrada, pues iría solamente a una clase, pues si tomaba la otra no habría tiempo suficiente para poder desplazarnos a Toluca para tomar el avión que nos llevaría hasta el paradisíaco lugar. Mis papas, que son tan lindos, me cambiaron el itinerario de la llegada al aeropuerto de Toluca tres veces: la primera era tomar un taxi hasta allá. Se descartó, por “cara”. La segunda, era llevarnos el carro y encargárselo a Lupita, una controladora amiga de mi papá. Se desechó porque no sabíamos como íbamos a regresar: si en autobús o en avión a México (con esto mis nervios empezaron a crecer de una manera desmedida, sin embargo me supe mantener ecuánime). Yo les comenté que salían vanes de Caminante hacia el aeropuerto de Toluca desde Mundo E. Me dijeron que estaba loco, que como íbamos a ir hasta allá. Decidieron que iríamos al aeropuerto a tomar un autobús a Toluca, pues se suponía que había servicio de Aeropuerto a aeropuerto. Llegamos ahí en taxi. A mi mama se le ocurrió que teníamos que dejar la ropa en la lavandería. Llegamos al Aeropuerto, fuimos al mostrador de Caminante, y ahí le informan a mi papa que solo hay servicio a la Terminal de Caminante que esta en el centro de Toluca. Fueron dos horas y media de camino, esto por el tráfico.
En el viaje en autobús, había una niña berrinchuda cerca de donde estábamos nosotros. Hizo algunos berrinches horribles, gritó, berreó y pataleó. Despertó a mi mamá dos veces. Volteó a verme dos veces, pero pues como la vi con ojos de “¿Qué me ves?” ya no volteo. Imaginen que tanto habrá hecho berrinche que yo traía el CD Placer al máximo, y oí los gritos.
Después de este tortuoso camino, llegamos a la Terminal y, tomamos una van que va a al aeropuerto. Media hora más de camino. Ya eran casi las 17:00 horas, y yo creí que saldríamos a las 18:00. Cuando mi mama me mostró el itinerario, vi que saldríamos a las 18:45 horas. Eso me relajo. Después, a pasar la inspección de equipaje, pues la OACI implementó que todo el equipaje documentado debe ser revisado por seguridad. Después de esto, nos fuimos a comer. Yo pedí una hamburguesa y una limonada, mis papas pollo empanizado y una limonada. Al final también pedí un café moca, que fue chocolate con café, pero sabia muy rico. Pasamos a la sala de última espera, todo en orden. De ahí a leer un rato “Veronika decide morir” de Paulo Coelho, excelente novela. Nos llamaron a abordar. Me impresionó el avión, realmente nuevo. La atención a bordo, de primera, no hay queja, y mas por lo que se pago por el vuelo; honestamente, es una aerolínea “Premium” de muy bajo costo y gran valor.
En el vuelo, como le prometí a Shin, escuché el disco que le quemé durante 20 minutos, pues por razones de seguridad, el tiempo restante se tiene que apagar los aparatos electrónicos.
Llegamos a Ixtapa. Recogimos las maletas Y oh, sorpresa, no había taxi prepagado hacia el hotel, así que decidimos tomar uno. Llegamos al hotel, y nos registramos. Es un hotel de 4 estrellas, todo incluido. Fue el Qualton Club Ixtapa. Es realmente muy bonito, aunque un poco incomodo, pues los cuartos están ubicados en villas, y en desnivel, hasta bajar a la playa. Cenamos un buffet italiano, muy bueno por cierto. Nos fuimos a una discoteca que hay dentro del hotel, a bailar un rato, y de ahí a la habitación. Yo con 6 vodkas dentro
Desperté al otro día a las 9:00 de la mañana, y nos alistamos, pues ese día nos entregarían la casa que compró mi mamá., pero antes compramos los boletos de avion. La cita era a las 11:00. En el taxi, mi mama llamo al arquitecto para decirle que íbamos en camino, y el arquitecto quería avisarle que tenía un colado en una obra cercana, que llegaría a las 13:00, pero que nos entregarían las llaves de la casa en la caseta de ventas. Fuimos al fraccionamiento, y pues el arquitecto no llego a las 13:00, que las 16:00 nos entregarían la casa. Regresamos al hotel. A nadar (¡rico!) y a seguir con el vodkita Jugué un partido de Water-polo, en el que mi equipo perdió por un gol, y nos tocó traer las bebidas del equipo contrario. Ahí vi a uno de los miembros del equipo de deportes, que no estaba de mal ver. Después de 7 más, me anime a navegar en Kayak (¡mas rico!). Lo pedí y me subí. Pensaba ir a una isla que esta enfrente de la playa, pero decidí mejor dar una vuelta Es padrísimo el navegar en kayak.
Al regresar, mis papas me avisaron que se iban, los espere ahí Y corrieron los vodkas. Y, caminando descubrí unas hamacas desde las que se ve el mar. Me acosté en una, mientras disfrutaba una Pantera rosa. Comí algo de pasta, una hamburguesa y pasta. Y siguieron corriendo los vodkas. Mientras tanto, el sol quemaba mi piel. Al poco rato llegaron mis papás, ya con las llaves de la casa, y a nadar de nuevo. En la alberca un tipo me tiro el can. Yo lo seguí, pero no pasó nada, porque solo lo deje en la entrada del sanitario, y baje a la playa un momento, y pedí una piña colada, con vodka. Nos subimos a arreglar para la cena, bajamos al restaurante y cenamos.
De ahí, nos fuimos a la discoteca. Estuvimos un rato, y mis viejos se fueron a dormir, yo subiría más al rato. La noche era perfecta. Una luna que se reflejaba en el océano, preciosa. Junte algunas conchitas que vi en la playa. Muy bonitas, ahí las tengo. Después otro rato a pasear por una playa solitaria que esta al lado del hotel, a sentarme a pensar en Shin. Después de un rato, de nuevo a bailar y a beber y después a dormir.
El domingo desperté temprano, para nadar un rato, y cual va siendo mi sorpresa que estaban limpiando la alberca, a las ¡8:00! Decidí dar una vuelta por la playa. El día amenazaba con ser nublado. Fui a ver como se encontraba algo que escribí en la arena,. Todavía estaba. El mar lo borro 15 minutos después. Después de un rato de correr, me subí a la alberca, ya se podía nadar. Me metí a darme el último chapuzón del viaje. De pronto, las nubes se fueron y el sol brillo. Yo estaba feliz, pies esto me permitió broncearme aun más de lo que ya estaba. Después de eso, me recosté en un camastro frente al sol. Me medio dormí. Al poco rato, pusieron las hamacas. Me mude a una, y ahora si me dormí como por media hora. Desperté, y mis papas no estaban en donde se suponía debían de estar, así que me subí a la habitación a arreglar la maleta, ya che el check out es al mediodía. Subí y me bañé, me arregle para desayunar, ya cuando bajamos al restaurant eran las 10:30. Desayunamos, y subimos a cerrar las maletas. De pronto, suena el teléfono. Era el arquitecto que le entregó la casa a mi mamá el día anterior, nos llevaría a dar la vuelta por Ixtapa. Al llegar a la recepción, era un caos: prácticamente todo el mundo estaba entregando las habitaciones. Localizamos al arquitecto, y me quede platicando con el. Resulta que el conoce al dueño de la única estación de radio en FM que hay ahí. Ahora solo falta ver lo de la licencia de locución en donde la puedo sacar para poder (a lo mejor) tener un programa de radio. Después de esto, y de encargar las maletas en la recepción, nos dirigimos a ver unos asuntos que tenia mi papa que hacer allá, para posteriormente irnos a la casa, para escoger el piso de la misma. Será en color gris claro. Después nos fuimos a un lugar típico de mariscos, en donde todo esta fresco. El lugar se llama “Mariscos Leo” y su es logan es “Todo del día, no de ayer” Y se nota. Comí muchísimo, tres quesadillas de pescado, un caldo de camarón y un filete relleno de mariscos, del cual no me acabé mas que 2/3 partes. De ahí nos regresamos al hotel. Todo esto en una pick-up, y yo me fui en la caja, si que sabrán los efectos que provoca el sol en la piel. Estoy todo quemado.
Al llegar al hotel, pedimos una villa prestada para poder cambiarnos, y bañarnos antes de dirigirnos al aeropuerto. Todo tranquilo. Al llegar al aeropuerto nos documentamos, y nos tomamos un refresco.
Yo en mi llavero siempre cargo con una pequeña navaja, para que se use en casos de emergencia. Al pasar la revisión para entrar a la sala de última espera, la detectaron. Me hicieron regresar al mostrador de Nova, la línea aérea en donde volé de regreso, y documentarla. Después de esto, regresé y tomé el último vodka del viaje. El vuelo se retrasó 45 minutos. Al entrar en la cabina, se sentía una tensión horrible. Según supe después, esto provocado por una desorganización tremenda de la aerolínea. En Puerto Vallarta, otra escala del vuelo se tardaron dos horas en abordar. Una cosa horrible. Pero todos lo vuelos de Mexicana y Aeroméxico ya estaban vendidos. Llegue a México a eso de las 10:10, esto ya con las maletas en la mano. Decidimos ir a cenar algo al área de fast-food de la sala internacional. Cene un Subway de Roast beef y un capuchino. Llegamos a casa a eso de la medianoche, a dormir.
Fue un viaje excelente.
4 comentarios:
¡Qué rico viaje!
A mi me encanta ir a la playa, aunque no soporto mucho tiempo allá. La última ocasión fué hará cosa de unos dos meses, a Puerto Vallarta y si todo sale bien pronto iré de nuevo. Por cuestiones del trabajo sé que tendré que ir a finales de Nov y había planeado pasar allá el año nuevo, pero chance y puedo ir antes por mi cuenta.
En este fin de semana yo fui a una charreada, que también estuvo padre. Ya puse la reseña en mi blog nuevo ;-)
No tienes idea de cómo se me antojó tanto el estar tirado en la playa como los vodkas (bueno, unos bloody Mary).
Hmm, pues si vienes a GDL más adelante y lo haces por un fin de semana largo, chance y podemos ir con varios amigos a PV, no?
Bueno, regreso a la chamba. Un abrazo y gracias por compartir tu paseo y antojarme unas vacaciones!
Claro que si, de eso no hay duda, la playa es riquisima. Eso si uno suda como marrano, pero se disfruta horrores
Hablando de viajes cercanos, se avacina uno a Cancun dentro de 15 dias, ese si sera de una semana. En este viaje mi papá recibira su titulo como Tecnico Superior Universitario en Control de Tránsito Aéreo, despues de luchar 40 años para que la Secretaria de Educacion Publica reconociera la profesion a nivel profesional.
Ahorita checamos lo de la charreada; se suponia que este post era para ayer, pero estaba algo crudo y no lo acabe.
Y si, es riquisimo estar tiradote en la playa con unos bloody marys dentro, jejeje
Lo de la idea de Vallarta suema padre, habria que ver que onda con eso, no crees???
Yo regreso a las tareas. Gracias por leerme, y hacer que la amistad crezca.
Un abrazo!
Vaya que viajecito jeje, Saludos Doffo haber cuando nos tomamos ese rico chocolatito jeje.
Un Abrazo.
Knarcillo, sera la semana que entra antes de que me largue otra vez de viaje, jejeje
Un abrazo!
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