Que se escuche y se escuche fuerte: IMPOSIBLE es tan sólo una idea. Nuestro país, a pesar de tantos paradigmas y realidades en cuanto a sus retrasos sociales, tecnológicos, económicos, políticos y hasta culturales, guarda un gran potencial. Es hora de dejar de exportar talentos y dar oportunidad a todo aquél que desee demostrar que en México se puede conseguir todo, incluidos sueños que parecían imposibles.
Tecnoidea es el nombre de la compañía encabezada por Carlos y Daniel Mastretta, un par de mexicanos y verdaderos entusiastas del automóvil que no han dejado de soñar y convertir esos sueños en realidad. En uno de sus más ambiciosos proyectos, 2007 será el año en que construirán una planta de producción industrial de baja escala para materializar el proyecto más ambicioso de sus carreras: un automóvil deportivo y purista, diseñado, desarrollado y fabricado enteramente en México. Su nombre: MXT.
Su designación se deriva de la intención original por mejorar el MXA y MXB, ambos fabricados hace algunos años por los hermanos Mastretta y que sirvieran de antesala para este proyecto. MX viene de Mastretta y México, mientras que la “T” hace alusión a una de las mejores cualidades de su nuevo auto: el motor central trasero Transversal.
Daniel Mastretta, cercano colaborador en AUTOMÓVIL hace algunos años, quiso presumir al mundo a su nuevo hijo. Tras algunos meses de planeación entre AUTOMÓVIL y Tecnoidea, tuvimos por fin la primera unidad fabricada de este orgulloso deportivo mexicano en nuestras manos.
El vehículo que probamos es apenas el prototipo cero; es decir, el primer auto, ensamblado a mano casi artesanalmente con piezas que aún serán modificadas, reemplazadas y por supuesto mejoradas, antes de conocer la versión final de producción a principios de 2008.
Esto significa que “detalles” como el tablero, motor y asientos, entre otros, todavía no corresponden a la versión final; aunque honestamente, este primer prototipo nos ha dejado cautivados.
El MXT es un coupé de dos plazas con motor central trasero, la configuración ideal para un deportivo purista, y está construido sobre una plataforma de aluminio aeroespacial, soportes de acero y una jaula antivuelco fabricada en acero al cromo-molibdeno.
Los principales elementos de la carrocería se fabrican en plástico reforzado con fibra de vidrio, consiguiendo una relación de peso por demás competente -cerca de los 900 kg-.
Cabe destacar que tanto este prototipo como las subsecuentes versiones de producción cumplirán con las más estrictas normas de seguridad y emisiones contaminantes a nivel mundial, por lo que será un producto homologado para circular en cualquier lugar.
Aunque después de manejarlo queda claro que su mejor ambiente son las pistas y circuitos de competencia.
Si de estética se trata, escuchamos de todo, desde que parece un pequeño Lamborghini, hasta: “es el auto más bello que he visto”. No queremos parecer tendenciosos sólo porque se trate de un modelo mexicano, por lo que dejaremos a su juicio este tema, aunque más llamativo que un Louts Elise, sí es.
Desde afuera cautiva a toda mirada que se le cruce, líneas afiladas y dinámicas van desde sus pronunciadas salpicaderas delanteras hasta el alerón trasero, mismo que cumple con su función aerodinámica aportando sustento en altas velocidades.
Por dentro la posición de manejo es más que óptima, sobre todo porque la visibilidad es de las mejores que hemos notado en un auto deportivo, incluso podemos ver un punto sobre el pavimento a metro y medio por delante de la fascia frontal.
Sin duda alguna, el MXT no es producto del capricho. Sus formas tienen significado en cada esquina y obedecen más que sólo a los gustos de Daniel, dando como resultado un vehículo proporcionado, armónico y bien balanceado.
Tras realizar la sesión de fotografías estáticas con la primera luz del día, es hora de ponernos al volante para tomar algunas impresiones. Nos ajustamos el cinturón de cuatro puntos, y a rodar.
Llama la atención lo cerca que vamos del piso, como en un go-kart, con una visibilidad excelente hacia todos lados pero sin la estrechez de otros modelos similares.
La posición de manejo es buena a pesar de ser un poco atrasada, con el volante y la palanca de velocidades muy cerca para no perder tiempo en desplazamientos de las manos.
Por su parte, los pedales se notan un poco separados entre sí, lo que dificulta el “punta-tacón”, aunque no podemos olvidar que se trata de un prototipo que todavía recibirá muchos ajustes.
Las primeras vueltas ocurren a velocidad moderada y todo en orden. La idea es familiarizarnos con el auto y perder ese “miedito” que surge cuando recordamos que estamos al volante de una pieza única y que cualquier error de conducción sería desastroso.
No obstante, el equipo de Mastretta se muestra satisfecho tras las primeras vueltas y nos da “luz verde” para rodar a fondo; exigiendo al auto para probar la nueva calibración de la suspensión y la dirección. Más acelerador y el MXT sorprende nuevamente.
Y es que aunque existen muchos ruidos en la cabina, la solidez del bastidor es notable y la fidelidad de la dirección resulta muy buena, pudiendo enlazar cada curva con mucha confianza y con el deseo de hacerlo cada vez más rápido.
Mientras se terminan de afinar detalles de la futura planta de 2,500 metros cuadrados con capacidad para producir hasta 150 MXT al año, mismos que se espera lleguen al mercado rondando los 55,000 dólares y destinados en un 70% para exportación; ingenieros y técnicos de Mastretta trabajan en una versión supercargada del prototipo actual para conocer más a fondo el comportamiento dinámico del auto con mucho más potencia; un vehículo que, al menos de entrada, nos ha robado el corazón y promete un futuro brillante para Tecnoidea en México y allende las fronteras.
Si usted está interesado en ampliar su colección de autos exóticos y/o deportivos, seguramente tendrá que esperar hasta 2008 y anotarse en una lista de espera para recibir un nuevo MXT. Le aseguramos que la espera valdrá la pena.
Para contactar a la gente de Mastretta en Tecnoidea visite la siguiente dirección en Internet: www.mastrettadesign.com
Tecnoidea es el nombre de la compañía encabezada por Carlos y Daniel Mastretta, un par de mexicanos y verdaderos entusiastas del automóvil que no han dejado de soñar y convertir esos sueños en realidad. En uno de sus más ambiciosos proyectos, 2007 será el año en que construirán una planta de producción industrial de baja escala para materializar el proyecto más ambicioso de sus carreras: un automóvil deportivo y purista, diseñado, desarrollado y fabricado enteramente en México. Su nombre: MXT.
Su designación se deriva de la intención original por mejorar el MXA y MXB, ambos fabricados hace algunos años por los hermanos Mastretta y que sirvieran de antesala para este proyecto. MX viene de Mastretta y México, mientras que la “T” hace alusión a una de las mejores cualidades de su nuevo auto: el motor central trasero Transversal.
Daniel Mastretta, cercano colaborador en AUTOMÓVIL hace algunos años, quiso presumir al mundo a su nuevo hijo. Tras algunos meses de planeación entre AUTOMÓVIL y Tecnoidea, tuvimos por fin la primera unidad fabricada de este orgulloso deportivo mexicano en nuestras manos.
El vehículo que probamos es apenas el prototipo cero; es decir, el primer auto, ensamblado a mano casi artesanalmente con piezas que aún serán modificadas, reemplazadas y por supuesto mejoradas, antes de conocer la versión final de producción a principios de 2008.
Esto significa que “detalles” como el tablero, motor y asientos, entre otros, todavía no corresponden a la versión final; aunque honestamente, este primer prototipo nos ha dejado cautivados.
El MXT es un coupé de dos plazas con motor central trasero, la configuración ideal para un deportivo purista, y está construido sobre una plataforma de aluminio aeroespacial, soportes de acero y una jaula antivuelco fabricada en acero al cromo-molibdeno.
Los principales elementos de la carrocería se fabrican en plástico reforzado con fibra de vidrio, consiguiendo una relación de peso por demás competente -cerca de los 900 kg-.
Cabe destacar que tanto este prototipo como las subsecuentes versiones de producción cumplirán con las más estrictas normas de seguridad y emisiones contaminantes a nivel mundial, por lo que será un producto homologado para circular en cualquier lugar.
Aunque después de manejarlo queda claro que su mejor ambiente son las pistas y circuitos de competencia.
Si de estética se trata, escuchamos de todo, desde que parece un pequeño Lamborghini, hasta: “es el auto más bello que he visto”. No queremos parecer tendenciosos sólo porque se trate de un modelo mexicano, por lo que dejaremos a su juicio este tema, aunque más llamativo que un Louts Elise, sí es.
Desde afuera cautiva a toda mirada que se le cruce, líneas afiladas y dinámicas van desde sus pronunciadas salpicaderas delanteras hasta el alerón trasero, mismo que cumple con su función aerodinámica aportando sustento en altas velocidades.
Por dentro la posición de manejo es más que óptima, sobre todo porque la visibilidad es de las mejores que hemos notado en un auto deportivo, incluso podemos ver un punto sobre el pavimento a metro y medio por delante de la fascia frontal.
Sin duda alguna, el MXT no es producto del capricho. Sus formas tienen significado en cada esquina y obedecen más que sólo a los gustos de Daniel, dando como resultado un vehículo proporcionado, armónico y bien balanceado.
Tras realizar la sesión de fotografías estáticas con la primera luz del día, es hora de ponernos al volante para tomar algunas impresiones. Nos ajustamos el cinturón de cuatro puntos, y a rodar.
Llama la atención lo cerca que vamos del piso, como en un go-kart, con una visibilidad excelente hacia todos lados pero sin la estrechez de otros modelos similares.
La posición de manejo es buena a pesar de ser un poco atrasada, con el volante y la palanca de velocidades muy cerca para no perder tiempo en desplazamientos de las manos.
Por su parte, los pedales se notan un poco separados entre sí, lo que dificulta el “punta-tacón”, aunque no podemos olvidar que se trata de un prototipo que todavía recibirá muchos ajustes.
Las primeras vueltas ocurren a velocidad moderada y todo en orden. La idea es familiarizarnos con el auto y perder ese “miedito” que surge cuando recordamos que estamos al volante de una pieza única y que cualquier error de conducción sería desastroso.
No obstante, el equipo de Mastretta se muestra satisfecho tras las primeras vueltas y nos da “luz verde” para rodar a fondo; exigiendo al auto para probar la nueva calibración de la suspensión y la dirección. Más acelerador y el MXT sorprende nuevamente.
Y es que aunque existen muchos ruidos en la cabina, la solidez del bastidor es notable y la fidelidad de la dirección resulta muy buena, pudiendo enlazar cada curva con mucha confianza y con el deseo de hacerlo cada vez más rápido.
Mientras se terminan de afinar detalles de la futura planta de 2,500 metros cuadrados con capacidad para producir hasta 150 MXT al año, mismos que se espera lleguen al mercado rondando los 55,000 dólares y destinados en un 70% para exportación; ingenieros y técnicos de Mastretta trabajan en una versión supercargada del prototipo actual para conocer más a fondo el comportamiento dinámico del auto con mucho más potencia; un vehículo que, al menos de entrada, nos ha robado el corazón y promete un futuro brillante para Tecnoidea en México y allende las fronteras.
Si usted está interesado en ampliar su colección de autos exóticos y/o deportivos, seguramente tendrá que esperar hasta 2008 y anotarse en una lista de espera para recibir un nuevo MXT. Le aseguramos que la espera valdrá la pena.
Para contactar a la gente de Mastretta en Tecnoidea visite la siguiente dirección en Internet: www.mastrettadesign.com
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