El silencio

El silencio era pesado. El no volvería. El lago estaba en calma, no parecía que apenas hace 5 minutos estaba agitado por el combate que se había llevado a cabo ahí. En la rocosa costa estaban el, su compañero, y el objeto de su afecto, y sus amigos, con los que había crecido.
En el cielo, el único vestigio que quedaba del combate era una línea, la cual se veía amarilla, por la posición del sol, el cual estaba casi a punto de ocultarse.
Raudum estaba ido, viendo al horizonte. Alana lo abrazó, e inmediatamente rompió en llanto, tal parecía que no quería derrumbarse ante sus compañeros.
-¿Que voy a hacer ahora?- Preguntaba entre llantos a Alana, mientras la abrazaba.
-No puedes dejarte caer. Fuomo no hubiera querido verte asi- le dijo suavemente al oido
Los demas estaban callados. Umbra estaba en el jet, lista a despegar. Todos poco a poco empezaban a subir al jet, para regresar a la casa Quandt.
Fuomo estaba ahí, pero no estaba, lo veia todo. No podía irse, pues no quería dejar a su amado solo. Estaria siempre con el, junto a el, amandolo.

De regreso en casa Quandt, Umbra habló con Raudum. Estaba destrozado. Aunque sabia que esa era la unica solución, no poda aceptarlo. Darkside los hubiera derrotado si Fuomo no hubiera enfrentado el ataque de esa forma.

-Tienes que aceptarlo. Tarde o temprano. No es bueno para ti que...

-¡Ya, basta!- Dijo Raudum en un tono muy molesto. Deja de sermonearme, no es necesario que hagas eso, me recuerdas a...

-¿A Fuomo?- Le dijo Umbra, interrumpiendolo. Raudum se arrodillo llorando, cubriendose la cara con las manos, frente a Umbra.

-Yo tambien perdi a alguien hace poco. Blastray. No ha sido facil, pero entre mas pronto te adaptes a lo que ahora esta pasando, es mejor.

-Lo se; respondio Raudum. Es solo que es demasiado pronto. Necesito unos dias solo. Unos dias de luto.