Hoy (mas bien, ayer), mientras íbamos de camino a cenar por el 15 de septiembre, recibimos un golpe. Un pendejo, por manejar rápido, estrelló su Astra rojo contra la parte trasera del Corolla.
Pobrecito Corolla, si que le ha sufrido. Imagínense, lleva fácil como 5 piezas cambiadas; ha estado en tres choques, uno de ellos grave, y lleva mas de
Bueno, el chiste es que el Astra quedo hecho caca de enfrente, mientras a nosotros solo nos desajustaron la fascia trasera, la calavera izquierda y abollaron la cajuela. No hubo heridas en los ocupantes, salvo el latigazo cervical. Del Astra, no se, in tenté hacer bajar al ocupante, pero no pude. Mi papá, confiado en que se detendría al estar tan mal el auto de este escuincle (no pasa de los 22, según pude ver), le dijo que nos arreglaríamos, pero que doblara a la derecha, para ver que onda con los seguros. Pues este wey, a pesar de que le escurría agua y liquido refrigerante, se dio a la fuga. Y no lo alcanzamos.
Llamamos al seguro y ya se levanto el reporte y la orden para mandarlo reparar, además de anunciar la jubilación del Corolla, en cuanto salga del taller. Y después de eso, la cena por el día de la independencia nacional.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario