Algo que no creí posible, es una posibilidad real ahora. Tal vez no en este tiempo, pues no estoy listo para afrontar las consecuencias de la realización de ese sueño. Esto me llena de alegría, pues el hombre que he elegido como mi compañero, emprenderá también esta aventura. Es algo a lo que muchas veces renuncié, porque pensé que no encontraría a alguien con sueños similares a los míos. Y es emocionante que el hombre que amo, también tenga un proyecto en común, pues es algo realmente difícil de encontrar.
Gracias, M, por devolverme mis sueños, por regresarme la ilusión, la esperanza, la fe; se que ese sueño que estaba arrumbado en un rincón algún día sea una hermosa realidad. Gracias por confiar en mí, gracias por amarme, pero, sobre todo, gracias por permitirme compartir este sueño contigo.
Te amo.
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